Los errores no están tanto en mi vida
─qué hago, cómo lo hago─
Al fin y al cabo no piloto aviones de guerra
no bombardeo líderes espirituales
para acabar reventando colegios.
El error está en cómo interpreto todo:
la mala traductora que soy
siempre añade un tono patético
un giro hacia el drama
un tufillo sentimentaloide
de novela por entregas.
Quiero que muera la intérprete
quiero matar a la traductora.
El día que no haya intermediarios
la vida y yo nos vamos a oler
el aliento, nos vamos a mirar a la cara.
Vamos a entendernos las dos
como los que luchan cuerpo a cuerpo.
Ana Pérez Cañamares, Las sumas y los restos, Madrid, Devenir, 2013
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